AUTOCUIDADO 6: ME CENTRO EN MÍ PARA ESTAR MEJOR CON LOS DEMÁS.

En este último artículo sobre el autocuidado, hablamos de la importancia de buscar nuestro bienestar personal centrándonos en nosotras mismas, y no buscando que sean los demás quienes satisfagan nuestras necesidades o cumplan con nuestras expectativas.

Muchas de nosotras estamos más enfocadas hacia fuera y hacia los demás, que hacia dentro y hacia nosotras mismas.

De esta forma conseguimos un menor bienestar personal, ya que nosotras somos pasadas por alto, ¡por nosotras mismas!, y por esto, esperamos que sean los demás los que respondan a nuestras necesidades, buscamos afuera aquello que podemos y debemos aportarnos desde dentro.

Cada persona tiene que buscar sus propios recursos para hacer frente a las situaciones de la vida cotidiana y asumir sus propias responsabilidades, desde dentro, sin culpar al otro, sin enfadarse si los demás no están, o no cumplen aquello que yo espero que hagan. Esto crea mucha frustración, muchas decepciones y mucho malestar personal y relacional.

Si tengo algún problema o me ha ocurrido alguna cosa, es mejor si me centro en qué hago con eso y busco aquello que necesito, sin centrarme en lo injustamente que me están tratando, o molestándome porque los demás no responden de inmediato a mis necesidades.

Son pensamientos disfuncionales, que nos van a producir malestar y nos van a alejar de la gente que queremos, algunos como: los demás me tratan de forma injusta, nadie reconoce todo lo que hago por los demás, son muy desagradecidos, los demás deben estar ahí siempre que los necesito, etc.

Bajando las expectativas que tenemos de los demás, y dejándoles de pedir que sean perfectos, que hagan todo perfecto, o que hagan todo tal y como yo quiero que sea, hará que nuestras relaciones sociales sean más gratificantes, ya que no pediremos al otro que actúe con respecto a tu patrón de lo que es correcto y lo que no, lo que debe o no debe hacer. Si me centro en resolver por mí misma mis necesidades, mirándome hacia dentro (siempre mejor con ayuda de un psicoterapeuta), aprovechando mis propios recursos, podré conseguir no esperar nada de los demás, vivir con más satisfacción todas nuestras relaciones, y ¡puede ser que hasta nos encontremos con alguna grata sorpresa, cuando los demás no actúan conforme yo espero!